"VAMOS LOS REDO´"

SOY REDONDO Y ES MI SENTIMIENTO NO SE EXPLICA SE LLEVA BIEN ADENTRO Y POR ESO TE SIGO DONDE SEA SOY REDONDO HASTA QUE ME MUERA!

VAMOS LAS BANDAS!

CUANDO LA NOCHE ES MÁS OSCURA SE VIENE EL DÍA EN TU CORAZÓN

CON ELLA SOY RICO GRATIS!

ES ENCANTADOR QUE PUEDA SENTIRME ASI!

PATRICIO REY Y SUS REDONDITOS DE RICOTA

LA ALEGRIA POR LA QUE MI MUNDO GIRA

VAMOS LOS REDONDO!!

LOS REDONDOS SON TORMENTA MENTAL QUE DA EL PRESTIGIO LOCO

"VAMOS LOS REDO´"

SOY REDONDO Y ES MI SENTIMIENTO NO SE EXPLICA SE LLEVA BIEN ADENTRO Y POR ESO TE SIGO DONDE SEA SOY REDONDO HASTA QUE ME MUERA!

REPRODUCTOR RICOTERO

viernes, 30 de septiembre de 2016

De regreso a oktubre/// Wikipedia de ricota 30 años.


Oktubre es el segundo álbum de estudio del grupo de rock argentino Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Fue lanzado en 1986 por el sello discográfico Wormo.




Grabado a finales de 1985, el álbum se caracteriza por un sonido que incorporó influencias del new wave y el post punk (lo cual significó un cambio con respecto a su álbum anterior, Gulp!), y por su narrativa con elementos distópicos, inspirada por las revoluciones sociales históricas y el contexto bélico internacional de la Guerra fría, así como también del escenario político argentino en el período del regreso a la democracia. El arte de tapa, diseñado por el artista plástico Rocambole, está inspirado en la Revolución Rusa de 1917.

El disco contiene algunas de las canciones más representativas de la banda, como “Jijiji”, “Preso en mi ciudad”, “Ya nadie va a escuchar tu remera” o “Motor psico”. En 2007, la versión argentina de la revista Rolling Stonesituó a Oktubre en el puesto n.º 4 en su lista de los 100 mejores álbumes de rock argentino.



En 1986, unos meses después de haber lanzado su primer álbum Gulp, la banda aprovechó el portaestudio de Gonzo, compuso nuevos temas y buceó en un nuevo sonido. Por entonces, a la hora de encarar la grabación definitiva, sus ahorros les permitieron ir a un estudio como Panda y ahí registrar Oktubre. Las grabaciones se realizaron en dos meses, entre agosto y septiembre de 1986. El sonido de la banda dio un cambio total con respecto al trabajo anterior.


El resultado fue un estilo frío y crítico, utilizando un bajo eléctrico con influencia pop y una combinación muy creativa de sonidos y tonos menores, además de la colaboración de Daniel Melero (por entonces miembro de Los Encargados) en teclados y Claudio Fernández (del grupo revelación del momento Don Cornelio y la Zona) en percusión.




El álbum se presentó oficialmente los días 18y 25 de octubre en Paladium ante 1200 personas. Para estos conciertos se sumó a la banda el tecladista Andrés Teocharidis. Durante el verano siguiente, en el momento que el grupo decide incorporarlo como miembro estable, Teocharidis murió en un accidente, Skay y el Indio decidieron no reemplazarlo.


Después de los shows de octubre en Paladium, de manera intempestiva Tito y el Piojo se fueron de la banda. Al año siguiente, los acompañó Willy. Pero la banda se repuso rápidamente y consiguió a Walter Sidotti (ex Los Argentinos) para la batería, y a Sergio Dawi para el saxofón, aunque deciden no reemplazar a Tito.



Pese a las explosiones iníciales, el verdadero comienzo del segundo álbum de los Redondos es más bien un advenimiento, la aparición en el horizonte de una tropilla de sobrevivientes después del desastre (¡Chernobyl!). Una escalada sonora rústica le gana terreno a la catástrofe nuclear y a los fuegos de una revolución oscura. Del destape democrático (o su desencanto), ni noticias.



Las voces llegan de la agonía de la Guerra Fría y de un futuro de éxodos, terrorismos y sueños teledirigidos. Un discocyberpunk hecho por hombres de formación beatnik, un catálogo de visiones distópicas puesto en la escena de un presente alterno: unos años 80 que no tienen nada que ver con los "raros peinados nuevos" ni la posmodernidad. Lo que el Indio Solari -un treintañero que enfrentaba al público de rock en mangas de camisa, pelada oficinesca y bigote montonero- tenía entre manos era un álbum programático, una obra conceptual motorizada por el resentimiento post dictadura (más que ímpetu de liberación, se respiraba el arte de la venganza), las transformaciones tecnológicas a la par de la crisis económica y la paranoia inflamada por el consumo de cocaína.

A eso se refería Solari cuando, en diálogo con Rolling Stone, trataba de desmenuzar el sentido de "Jijiji", séptima canción del disco y tema favorito de la mayoría ricotera. "Para mí es un poco la paranoia de la droga, cuando alguien está a la deriva dentro de esa situación. «Jijiji» es una risa medio perversa, marca una bidimensionalidad, es como que todo lo que estás diciendo no es una afirmación." La cocaína, en efecto, estaba ahí para espolvorearlo todo.



"Semen Up", basada en un fraseo de guitarra del inigualable Skay Beilinson, definirá para siempre la sumisión anhelante del mer-quero argentino: "La veo casi como un demonio/ y rasco la alfombra por su amor". Pero la guerra subliminal que libraba el disco era mucho más abarcadora y profunda: lo que estaba en juego era el "secuestro de tu estado de ánimo" ("Ya nadie va a escuchar tu remera" ), y lo que Patricio Rey venía a interpretar era una época de batallas culturales en las que el enemigo sería más difícil de identificar que un grupo de tareas. Así, "Divina TV Führer" concilia la tensión atómica con la explosión del mercado publicitario, mientras que "Canción para naufragios" cronometra el tiempo que le hubiera llevado a un misil viajar de los Estados Unidos a Rusia (o viceversa): "Son 6 minutos y nuestra mami va a contestar...".



El Oktubre Rojo y el Octubre Peronista. La masa Berni-bolche-vique que ilustra la tapa del álbum evoca una épica revolucionaria que por entonces parecía derrotada. Rocambole, su autor, se lo contaba así a Gloria Guerrero: "Las ideas salieron de una noche de fernet. El Indio veía banderas, multitudes. Primero iba a ser todo rojo y negro, pero cuando lo fui haciendo más abstracto le agregué el gris. La tipografía parece soviética al estar invertida una letra. En el reverso se ve la Catedral de La Plata en llamas: un símbolo revolucionario". A dos años de la edición de su debut (Gulp!, grabado por Lito Vitale), los Redondos todavía eran una banda underground, aunque ya convocaban a más de mil personas por show.



Oktubre fue registrado en los estudios Panda de la calle Seguróla, con Osvel Costa como técnico de grabación, Tito Fargo como segunda guitarra, Daniel Melero en teclados y Claudio Cornelio en percusión. Todo el álbum está filtrado por un velo sonoro opresivo, una especie de tremor precario que lo ubica en un plano de percepción extrañamente lejano. "El técnico descubrió el reverb en el ínterin y hacía que todo sonara como en el baño de nuestras casas", protestaba Willy Crook en La Adición, haciendo pública una insatisfacción que, al menos parcialmente, compartía con Solari y Beilinson.



Sin embargo, la expresión sobrevivió a la resolución: el segundo disco de los Redondos encarna el espíritu de un rock que asume su ubicuidad política en las últimas décadas del siglo XX. Las canciones tienen ese ánimo, el de interpelar estéticamente al mundo, absorber elementos históricos y reordenarlos en un espectro de pesadillas y alucinaciones. En esa mezcla de hambruna y furortecnológico, de valses eléctricos mortuorios y rocanroles festivos, de militancia frustrada y bohemia romántica, en esa mezcla de estados alterados reside la peculiar grandeza del disco. Un juego de profecías convertido en remera. Una agria epopeya de nueve canciones, y el rock como todo llanto.





Nota de la Rolling Stone de los 100 mejores discos del rock nacional.

jueves, 29 de septiembre de 2016

El INDIO tiene facebook oficial!



“El propósito de esta página es retribuir en alguna medida el cariño, fidelidad y curiosidad de la gente que ha acompañado a Indio a lo largo de su trayectoria haciéndolos partícipes del imaginario artístico que abarca más que su música. ¡Espero que les guste!”. Este primer post presenta la fanpage oficial que faltaba: la de Indio Solari. Se llama Virumancia en honor a su esposa Virginia, colaboradora activa en la carrera del músico, y en este caso la responsable directa de la info ¡y las fotos! que van a subirse a esta página de Facebook. Indio en estudio, tocando la guitarra, ¡vestido deIndio! Solari está a pleno y esté será el medio de comunicación directo mediante el cual nos mantendrá informados. ¡Dale like aVirumancia!

miércoles, 28 de septiembre de 2016


El Indio Solari prepara su autobiografía

El libro, que saldrá en 2017, fue escrito junto al novelista Marcelo Figueras.

La tapa tendrá en primer plano una foto de sus ojos (sin anteojos). Se titulará Indio Solari. Autobiografía. Los recuerdos mienten un poco. Los autores: el mismo Solari y el escritor-periodista-guionistaMarcelo Figueras. Saldrá en la primera mitad de 2017, a través de Penguin Random House. Claro, hay que reservar un (pequeño) porcentaje de posibilidades de cambio en alguna de estas precisiones, el consabido “más menos”, pero así está determinada la hoja de ruta para la edición de la autobiografía más esperada de la historia del rock argentino.

Allí, el cantante y compositor, en sus palabras “estampita” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, contará su vida: desde los orígenes de su familia, su infancia y adolescencia, y los días de locura en La Plata, hasta el inicio de la experiencia Patricio Rey, el gigantismo que les sobrevino, la pelea con Skay y Poli, el renovado y potenciado culto por su carrera solista y también la enfermedad que actualmente lo aqueja. Y habrá una disección que promete ser exhaustiva sobre cada letra de cada una de sus canciones, lo que no es poco en alguien que contribuyó al mito con un vuelo letrístico único, críptico pero inolvidable.
Todo eso va a estar en el libro según anticipa Marcelo Figueras, el hombre que una mañana de domingo de principios de 2015 recibió un mail en su teléfono, escrito por Solari, en dónde lo invitaba a sumarse al proyecto. “Salté de la cama… porque me sigue pareciendo un personaje increíble y lo certifiqué ahora, más allá de lo que sabía por ser fan y haberlo entrevistado. Su historita en sí misma tenía un atractivo infernal.

 Los capítulos sobre los Redondos, su infancia, su juventud… Es una historia súper atractiva aunque no sepas quiénes son los Redondos. Es maravillosa de contar per se“, razona.
“Nos juntamos en su casa por las mañanas, desde marzo del año pasado. Lo que hicimos fue revistar su historia, de principio a fin, cronológicamente, desde la historia de sus viejos hasta el presente. Hicimos una primera recorrida que grabé y en base a la cual comencé a escribir. A partir de ahí, comenzó a tomar forma el libro”, cuenta Figueras, que se deslumbró con Patricio Rey en los 80, conoció y entrevistó al triunvirato gobernante Indio-Skay-Poli para distintas publicaciones gráficas en aquella época previa a la locura de los estadios y el peregrinaje por la geografía argentina, y desde entonces mantuvo amistad a la distancia con Solari . 
“Es una autobiografía, pero escrita por momentos en el formato pregunta-respuesta. Él lo quiso así, se siente más cómodo. Yo lo guié a través de las épocas y los hechos: esto dio lugar a que recurramos a material de archivo, por ejemplo a esos textos que él escribía para Cerdos & Peces y también a las grabaciones que hizo con su madre Chicha para registrar la historia de la familia: eso de vivir en Río Colorado, Choele Choel…”, agrega el autor de novelas como El muchacho peronista,Kamchatka (luego adaptada al cine con guión suyo) y El rey de los espinos entre otras. Antes y después, Figueras escribió en los diarios La Razón y Clarín, y también en las revistas Humor, Fierro y Caín(esta última, efímera pero seminal publicación semanal de cultura rock de fines de los 80, en donde entrevistó por primera vez a Solari).
¿Por qué ahora? Responde Figueras: “Él sintió que había llegado el momento, en una determinada altura de su vida. Quiere contar su versión de la historia, en medio de la abundancia excesiva de libros que la cuentan sin que él haya participado directa o indiriectamente.
No es La Verdad, así con mayúscula, por eso encaja lo de ‘los recuerdos mienten un poco’ que aparece en la letra de ‘Perdiendo el tiempo’. Todos sabemos que estamos recreando, reinventando, y que no se trata de una verdad objetiva, más bien es lo que sale de los trucos que hace nuestra memoria”. Y el resultado, concluye, trae consigo una revelación. “Descubrí -y es lo que más me conmueve- a la persona que hay detrás del personaje. Por más que lo haya entrevistado muchas veces, cuando hacés este ejercicio de memoria sobre toda tu vida, surge a flor de piel una emotividad única: me encontré con el tipo, el ser humano”. Por eso lo considera “un privilegio descomunal”.

 “Es una alegría darme cuenta que el tipo es coherente con el personaje. Se dice que a los ídolos es mejor no encontrárselos en su versión de personas comunes y corrientes. No es el caso”.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

10 de oktubre se estrena TSUNAMI///LA NACIÓN.



Indio Solari: se estrena el documental Tsunami, un océano de gente


Dirigido por Julio Leiva y Maximilano Díaz, el documental es una producción de Vorterix y la secuela de Piedra que late.

"El sold out para mi público no existe, van igual", dice el Indio Solari en la entrevista con Mario Pergolini paraTsunami, un océano de gente, una producción original de Vorterix.com que retrata desde adentro el show que el ex cantante de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota realizó el último 12 de marzo en Tandil, ante casi 200 mil personas.
       
Además de la entrevista, el documental, secuela de Piedra que late, cuenta con canciones del concierto, backstage, versiones inéditas de algunos temas, testimonios de Los fundamentalistas del aire acondicionado, del mánager de Solari, Julio Sáez y de los técnicos. El film fue dirigido por Julio Leiva y Maximilano Diaz y la mezcla.

El documental se estrenará el próximo
10 de octubre en vorterix.com. y el mastering fueron realizados por Martín Carrizo.

jueves, 8 de septiembre de 2016

INDIO es La Cultura///Diario Registrado.


El Indio Solari fue declarado 'Personalidad destacada de la Cultura' porteña


En reconocimiento a sus casi 40 años de trayectoria en el rock nacional, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó este jueves la declaración. "Es uno de los referentes más importantes de la cultura popular", explicó la legisladora del Bloque Peronista, Silvia Gottero, autora de la iniciativa.
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó este jueves la declaración de Personalidad destacada de la Cultura al músico, compositor y cantante, Carlos "Indio" Solari, como reconocimiento a sus casi 40 años de trayectoria en el rock nacional.

              ****La Ciudad y el rock***


"Con este reconocimiento, la Ciudad salda una deuda no sólo con el Indio, sino con todos aquellos fanáticos de la cultura ricotera, que asisten masivamente a sus recitales por todo el país", destacó en su ponencia la legisladora peronista.

El expediente fue acompañado con la firma de legisladores de todos los bloques parlamentarios, obtuvo despacho hace dos semanas en la Comisión de Cultura y fue aprobado este jueves por la unanimidad del Cuerpo legislativo.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Entrevista a La base del INDIO///Clarin.


Grabaron un disco con Gustavo Cerati y hoy son parte de la banda del Indio Solari. El bajista y el baterista y productor develan diferencias y semejanzas de dos mundos supuestamente antagónicos. En exclusiva para el Sí!, el Indio opinó sobre sus compañeros de grupo.


Flores del Indio

En exclusiva para el Sí!, el Indio Solari envió palabras de elogio para Carrizo y Nalé.

"Don Martín y Muchacho son músicos incomparables en nuestro medio. Juntos conforman el dúo base de mayor feeling y hacen notables cimientos para toda composición musical que se les presente. A gusto de todo productor musical pueden ser melodiosos, rítmicos, cadenciosos y hasta marciales si a uno se le antoja. Es muy productivo trabajar con ellos. Don Martín es talentoso también operando el renglón técnico. Jugar con ellos de tu lado es afano".

Fernando Nalé: "Es lo más bunker de mi vida"

Tengo que darle groove y peso a los temas. En algunos momentos el bajo tiene un rol protagónico, pero breve: esa es la forma en que funciona bien”. Así de simple y sincero, Fernando Nalé resume su posición en la maquinaria del Indio Solari & Los fundamentalistas del aire acondicionado.

Pero, ¿cómo empezó su acercamiento con el ex capo ricotero? “Llamó Martín (Carrizo) y me dijo: ´Estaría bueno que vengas a probar con el Indio, queda un lugar vacío y anda buscando bajista´. Y ahí fui”, cuenta en relación a la vacante que dejara Marcelo Torres.

Ese fraternal vínculo de Fernando con Carrizo, nació en la era Cerati (Bocanada + tour 1999-2000) y se prolongó en grabaciones y shows compartidos como los de Leandro Fresco, la presentación de Hora mágica (el último álbum de Nalé) y la participación conjunta en el homenaje al ex Soda en el Planetario. “También di clases de bajo, durante un año, en la Escuela de Rock de Martín”, agrega quien está terminando de grabar Neutralizar la codicia, su tercer disco solista y dejó su sello en algunos temas del segundo disco (próximo a salir) de Zero Kill, el grupo de Benito Cerati.

–¿Qué otras similitudes ves entre el Indio y Gustavo?

–Como que hay que pensar dos veces lo que decís. Estás escuchando un tema que se está terminando de componer o tomando un giro, se te ocurre algo y decís “pará”, lo volvés a pensar. Es muy “sagrado” el silencio en una grabación así. Interrumpirlo para tirar una idea que te salió así nomás es al pedo. Lo repensás. Si decís tres o cuatro pelotudeces te van a empezar a mirar mal. Tenés que estar muy seguro de lo vas a hablar.

–¿Se los puede comparar?

–Son medio incomparables. Es otra forma de laburar la del Indio.

–¿En qué radica esa diferencia?

–(Largo silencio) Con Gustavo había más músicos dando vueltas, gente presente mientras yo grababa. Con los años me acostumbré a esa dinámica. Con el Indio todo es más íntimo, estamos él, Martín y yo. Y punto. Es muy diferente escuchar lo que hacen los demás músicos a que trabajes de a uno en fondo. Es más, yo no sé ningún nombre de ningún tema (risas). Es la versión más búnker de un estudio que ví en mi vida.

–¿Cómo ves este nuevo disco del Indio con respecto al resto de sus álbumes solistas?

–Pienso que éste es más heterogéneo. Y eso me encanta. Por ejemplo él me dice: “Acá quiero algo más aguerrido, acá un contracanto”, o sea un contrapunto, con la guitarra que él o Gaspar (Benegas) grabó antes. O que tire el sonido de un tema hacia un rock ´70 o más como un punk o algo moderno. Apunta a muchos matices.

–¿Qué te sorprendió de él?

–Que tiene muy buen sentido del humor, nunca sabés con qué te sale. Al igual que Gustavo, es fanático de Tom Petty y los Beatles. Me encontré con un gran artista, muy abierto y atento.
Una vez en el estudio de grabación, el Indio le dijo a Carrizo que le diera play a temas del disco nuevo. “Era para ver cómo los interpretaba, para ver qué sonido le daba. La audición fue esa. De Los Redondos, ni mu, y del resto de su carrera solista, nada”, rememora.

Ahí vamos. Esa audición con el Indio lo llevó a un paralelo cómico con Gustavo. “Cuando audicioné con él, pensaba: ´Hay un solo disco solista de Cerati (Amor amarillo), me lo aprendo de memoria y listo. Y cuando llegué me hizo tocar arriba de la mayoría de los demos de lo que seríaBocanada y otros que quedaron afuera”. (risas).

–¿Qué otras similitudes ves entre el Indio y Gustavo?

–Como que hay que pensar dos veces lo que decís. Estás escuchando un tema que se está terminando de componer o tomando un giro, se te ocurre algo y decís “pará”, lo volvés a pensar. Es muy “sagrado” el silencio en una grabación así. Interrumpirlo para tirar una idea que te salió así nomás es al pedo. Lo repensás. Si decís tres o cuatro pelotudeces te van a empezar a mirar mal. Tenés que estar muy seguro de lo vas a hablar.

–¿Se los puede comparar?

–Son medio incomparables. Es otra forma de laburar la del Indio.

–¿En qué radica esa diferencia?

–(Largo silencio) Con Gustavo había más músicos dando vueltas, gente presente mientras yo grababa. Con los años me acostumbré a esa dinámica. Con el Indio todo es más íntimo, estamos él, Martín y yo. Y punto. Es muy diferente escuchar lo que hacen los demás músicos a que trabajes de a uno en fondo. Es más, yo no sé ningún nombre de ningún tema (risas). Es la versión más búnker de un estudio que ví en mi vida.

–¿Cómo ves este nuevo disco del Indio con respecto al resto de sus álbumes solistas?

–Pienso que éste es más heterogéneo. Y eso me encanta. Por ejemplo él me dice: “Acá quiero algo más aguerrido, acá un contracanto”, o sea un contrapunto, con la guitarra que él o Gaspar (Benegas) grabó antes. O que tire el sonido de un tema hacia un rock ´70 o más como un punk o algo moderno. Apunta a muchos matices.

–¿Qué te sorprendió de él?

–Que tiene muy buen sentido del humor, nunca sabés con qué te sale. Al igual que Gustavo, es fanático de Tom Petty y los Beatles. Me encontré con un gran artista, muy abierto y atento.


Martín Carrizo: "El Indio te incita a crecer"

"Siempre lo admiré mucho al Indio. Fue y es, junto a Gustavo Cerati, mi gran maestro en todo: como músico, productor y persona”.

El que le tira flores a los baluartes del rock es Martín Carrizo, quien allá por 1992 saltó a la fama como baterista de A.N.I.M.A.L. y hoy posee una larga trayectoria como músico. Además está a cargo de una escuela de rock que tiene en Nordelta y es un experimentado productor musical.

Discos como Combativo de A.N.I.M.A.L., Alas -Cabezones- oCosas del Corazón de Abel Pintos, rubrican el por qué Martín es la mano derecha técnica del ex líder de Los Redondos. “Luego de hacer Porco Rex, El Perfume de la Tempestad,Pajaritos Bravos Muchachitos -además del DVD y CD en vivo-, se creó un espacio de confianza con el Indio”, dice Carrizo.
Martín además estuvo involucrado en la hechura del filme del Indio, que registró su show en La Plata en diciembre de 2008. Luego de esa mezcla, Solari lo envió a Londres, a los míticos estudios Abbey Road, para empaparse a fondo con el sistema de audio 5.1. Hoy el batero aprovecha esa experiencia para realizar las mezclas del show de Tandil de marzo último. Aquel concierto será parte del filme Piedra que late 2, que incluirá una entrevista al Indio, mano a mano, hecha por Mario Pergolini.

–¿Cuál es tu rol junto al Indio dentro del estudio de grabación?
–Reemplazar sus guitarras por guitarras tocadas por los chicos de la banda, trabajando juntos los audios para seguir en la misma atmósfera que está en la maqueta original. Luego se meten los bajos, cuidando cada linea, cada nota, y se reemplazan sus bases virtuales por bases de verdad. Por último entran las voces definitivas y los coros. Una vez que está todo en su lugar, arranco con las primeras mezclas definitivas. Es un trabajo hecho con bisturí láser.
–¿Por qué creés que el Indio te confió tanta responsablidad?
–Nunca lo pensé. Cuando me convocó en 2007 para ser su ingeniero de grabación y mezcla para Porco Rex. Es más, me hizo tocar la batería en ocho temas del disco, algo que siempre deseaba. Cuando lo terminé de mezclar me dijo.. ¡vos lo vas a masterizar! (risas).
–¿Qué aprendiste del Indio?
–Verlo crear, hacer sus letras, producir, para mí es todo una gran enseñanza. El Indio se ríe mucho de sus frases, te comparte las primeras de una canción y después, cuando está lista, te muestra como queda encima de la referencia de voz. El está en su mejor momento, cada vez más activo y creativo, disfruta lo que hace. Es muy generoso y te incita a crecer a todo nivel: con sus consejos, experiencias de vida y su genio innato.
-¿Cómo te tomó la noticia del Mal de Parkinson que lo acecha?
–Me puso muy triste pero, gracias a Dios y a su espíritu, él está cada día mejor. Hace mucho entrenamiento físico por semana, es un verdadero ejemplo. El no sólo lo dice enSorpresa en Shangai sino que también lo hace: el que abandona, no tiene premio.
–¿Qué recuerdos te venían a la mente cuando te viste nuevamente con Nalé en un estudio de grabación y sobre un escenario?
–Todos recuerdos lindos y un cierto dejo de melancolía por extrañar a Gustavo. Estar con Fer me acerca a esos momentos vividos en aquella época. Luego del “gracias totales” con Soda, con él vivimos dos años de miles de horas trabajando juntos con Gus en todo el proceso creativo de Bocanada y luego en el tour del disco. ¡Fer era mi compañero de cuarto y con el que más nos abrazábamos luego de cada show! Es mi hermano de la música y mi bajista preferido. Lo noté muy afianzado como músico.
–¿Qué recordás de la primera gira de Cerati por fuera de Soda Stereo y cómo comparás esa transición solista con el Indio?
–Con Gustavo, además de tocar la batería, yo disparaba las máquinas en vivo. Siempre fui un amante de la parte técnica, además de tocar, con él no paraba de observar y aprender. Con respecto al Indio, noto una gran similitud con Gustavo en que es un obsesivo por la excelencia, siempre firme en trabajar con los mejores sistemas de sonido, el mejor staff, todo listo para que no haya pretextos ni errores.
–¿Qué diferencias encontrás a la hora de trabajar con el Indio?
–No muchas, poseen una claridad y una seguridad de para dónde tiene que ir su música, con la sensibilidad y la percepción a flor de piel para pedirte tu aporte en el momento justo, exacto o bien para decirte que hagas tal o cual cosa.
–¿Qué legado más importante te dejó Cerati como artista?
–Gustavo me enseñó cómo trasladar un disco de estudio a un escenario. Me dejó el concepto de que el audio se debe lograr sobre las tablas, la materia prima más rica debe ser generada ahí. Si un show no suena bien, hay que ver qué pasa sobre el escenario antes de pensar en el sonido de vivo. Si el equipo es excelente y el operador también, pero lo que está arriba del escenario es un flan, abajo se escuchará un gran flan amplificado. El primer trabajo a conciencia se debe hacer en la sala de ensayo. Todo lo que en el ensayo es duda, cuando tocás en vivo es pifie, acople o destiempo. Así de simple.


Sin shows del Indio en 2016
“Este año el Indio bajó al estudio...¡100 temas nuevos! Y sigue componiendo. Con los músicos lo cargábamos diciéndo si iba a sacar una enciclopedia o un nuevo CD. Tremendo”, dice Carrizo.
La magnitud del nuevo trabajo de Solari (aún sin nombre, cantidad de temas y cuyas letras se mantienen bajo el más estricto secreto), toma forma y se ensambla.
“Ni el Indio todavía sabe cuando va a terminar. Es normal, él no pone fecha definitiva. El disco aún está en proceso de elaboración”, agrega Julio Sáez, su manager.
“Estamos grabando a todo vapor, en un par de semanas meto las baterías. Por lo general el que primero graba es el batero, pero en las producciones del Indio esto ocurre al final”, suma Carrizo.
Luego del show en Tandil (y el anuncio de que el Parkinson le pisaba los talones), el futuro del Indio en vivo era un misterio. Y Saéz corrió el velo de la escena: “Este año el Indio no va a volver a tocar. Para que esté todo tranquilo, las aguas se calmen y bajen un poquito. El año que viene seguramente lo hagamos”.


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